Como en cualquier actividad profesional, es necesario tener un contrato que te vincule a una empresa. En el caso de los futbolistas no es diferente. Ante los altos precios que se pagan por las transferencias, el contrato es una forma de proteger tanto al club, como al jugador. Este documento estipula de forma legal las obligaciones que tiene el futbolista con el club y viceversa.
¿Qué contiene un contrato?
Para que sea válido, un contrato debe contener los siguientes puntos:
- Fecha de duración de dicho contrato
- Datos del futbolista y del club
- Sueldo estipulado y las premios que recibirá durante la temporada
- Los objetivos del club
- Las obligaciones del jugador
Los puntos anteriores señalan de forma general el contenido de un contrato en el mundo del futbol. Actualmente, estos pactos legales incluyen muchas otras cosas, además de las mencionadas en la lista; los acuerdos entre un futbolista y un club, contienen varias cláusulas. Algunas que vale la pena resaltar son: las obligaciones laborales y médicas y las acciones que pueden resultar en sanciones económicas. Por otra parte, de los puntos que resultan clave, y que despiertan más interés, son las cláusulas de terminación de contrato.
Hay ciertas acciones que van más allá de una multa económica. En algunos contratos, hay acciones que pueden causar la terminación inmediata del mismo; una de estas acciones podría ser el dopaje. Sin embargo, hay ciertas situaciones donde no se puede rescindir el contrato entre el futbolista y el club. El artículo 17 del reglamento sobre el estatuto y transferencia de jugadores de FIFA estipula varias condiciones. Una de ellas, por ejemplo, es que un club no puede despedir a un jugador por razones deportivas a mitad de una temporada.
¿Qué es una cláusula de rescisión?
Una cláusula de rescisión es un apartado del contrato que permite al futbolista acabar unilateralmente con el contrato. Si se paga una cierta cantidad de dinero por él, puede salir del club si lo desea. Este tipo de cláusulas estaban pensadas para blindar a los jugadores; se idearon en España en 1985. Uno de los casos más famosos fue el de Neymar, cuando dejó al Barcelona para ir al PSG en 2017. El club parisino pagó 222 millones de euros por el brasileño.
Generalmente los casos de jugadores importantes, son de cantidades exorbitantes. Esto es para evitar que algún equipo con más poder económico se lleve al futbolista; sin embargo, también ayudan al jugador. Dicha cláusula lo que permite es que salga del equipo aunque la institución no quiera venderlo.
Al momento de firmar los contratos, poner cláusulas elevadas le cuesta bastante a un club. El futbolista se lleva una parte de lo que cueste ese apartado. Es decir, entre más cara sea la rescisión del contrato, más se le paga al deportista.