No es sorpresa que la elección del Mundial de Qatar 2022 haya causado desagrado en muchos sectores con argumentos sobre la falta de tradición futbolística, las altas temperaturas que moverán la cita deportiva a finales del año, acusaciones de corrupción o explotación laboral; y es justamente ese último punto que ha llevado a FIFA a recibir una demanda laboral.
La Confederación Holandesa de Sindicatos (FNV) presentó una demanda contra la junta directiva de FIFA según informó El País por complicidad en explotación laboral de un obrero que trabajó entre 2014 y 2016 en la construcción de los estadios de Qatar 2022.
El obrero es Nadim Sharaful Alam, originario de Bangladesh, que presentó la demanda en conjunto con la FNV por estar sometido a “condiciones laborales inhumanas cercanas a la esclavitud”.
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La demanda fue recibida por FIFA el pasado domingo 9 de octubre y exige una indemnización de €4,500; pero más allá del dinero, esta demanda marca la primera acción legal contra el máximo organismo rector del futbol.
Cerca de un millón de obreros, en su gran mayoría migrantes de países como Bangladesh, Nepal e India, trabajan en la construcción de las sedes de Qatar 2022.
- La organización Amnistía Internacional presentó una denuncia en marzo de 2016 llamada “El lado oscuro de un bello juego: Explotación en una de las sedes de la Copa del Mundo 2022 de Qatar” en la que acusa a FIFA y el Comité Organizador del Mundial de Qatar 2022 de tener a más de 100 trabajadores migrantes laborando sin acceso a sus derechos humanos básicos y que FIFA estaba al corriente de la situación.
- Puedes firmar en la acción de Amnistía Internacional para que FIFA ponga fin a los abusos AQUÍ
El problema del Kafala
El kafala es una legislación laboral que impide que un trabajador cambie de empleo o abandone el país sin la autorización de su patrón.
El patrón, o “Kafil”, puede negar el visado de salida de un empleado, así como reducir, sin previo aviso, el sueldo que recibe.
Varias ONG como Amnistía Internacional solicitaron a FIFA la abolición de esta normativa sin respuesta positiva por parte del organismo futbolístico.