Los motores, o unidades de potencia son uno de los componentes más importantes en un auto de F1. No solamente es la parte que más valor tiene, sino que es la que más tiempo tarda en diseñarse y desarrollarse. Sin embargo, no todos los equipos de la parrilla usan el mismo proveedor para los motores que usarán durante la temporada. En 2022, habrá cuatro proveedores en la Fórmula 1. Sólo Mercedes, Ferrari, Honda y Renault fabrican unidades de potencia. Marcas como Audi y Porsche han mostrado interés por diseñar motores en la categoría.
Cuatro de los diez equipos de la parrilla son sus propios fabricantes de motor. Los demás le pagan a una empresa anualmente para que les diseñe el motor. ¿Cuál es el problema de esto? Desde el inicio de la era híbrida en 2014, muy pocos equipos que no diseñan su propio motor han ganado carreras. Adquirir un motor que no fabrica la escudería implica que el auto se tiene que adaptar al motor. Esto conlleva un reto mucho mayor a la hora de diseñar el resto del monoplaza.
¿Es un buen negocio fabricar motores para la F1?
Para los equipos proveedores, recibir dinero por fabricar motores no representa una gran parte de su presupuesto anual. A pesar de esto, sí es un ingreso extra. Sin embargo, el nuevo tope de presupuesto de la F1 podría significar el ingreso de nuevos proveedores de motores. El director de la escudería Mercedes, Toto Wolff, dijo recientemente que estaban pensando en reducir el número de escuderías a las que les diseñan unidades de potencia. En 2022, Aston Martin, McLaren y Williams son clientes de Mercedes. En la entrevista con Financial Times, Wolff dijo que la FIA ahora regula cuanto podían cobrar por diseñar un motor. Esto reduce significativamente el interés de equipos que son proveedores.
A partir del 2022, el límite que los equipos pueden gastar para desarrollar su monoplaza es de 140 millones de dólares. El motivo de la regla es para que haya igualdad en cuanto a los equipos. En 2019, Forbes reveló que durante su era de dominio, Mercedes gastó 1,400 millones de dólares sólo en diseñar su motor. Por otra parte, hay equipos como Haas, cuyo presupuesto total ni siquiera superaba los 100 millones de dólares. Este nuevo límite ha supuesto un problema para los equipos económicamente poderosos como Mercedes, Red Bull y Ferrari.
Red Bull es un caso especial en la F1
De los cuatro proveedores de motores, Red Bull es la única empresa que no es automotriz. La escudería Red Bull Racing es una estrategia de marketing que ha usado la bebida energética para dar a conocer su marca. Sin embargo, esta empresa “diseña” su propio motor. De 2019 a 2021, Honda diseñó la unidad de potencia de Red Bull y de Alpha Tauri. Sin embargo, Honda anunció que dejaría la F1 porque buscaba ser un empresa 100% eléctrica. Si bien Red Bull seguirá usando un motor diseñado por Honda hasta 2025; por razones comerciales, no pueden decir que es un motor Honda, así que la escudería austriaca creó la división “Red Bull Powertrains”.
La idea de Red Bull fue comprar los diseños y las instalaciones de Honda dedicados a la F1. A partir de esto, su plan es que en 2025 ya puedan usar un motor 100% diseñado por ellos. Esto se convierte en algo especialmente complicado porque tendrían que competir con equipos como Ferrari y Mercedes, que desde su entrada a la F1, han diseñado su propio motor. Red Bull Racing entró a la categoría en 2005 y ha usado motores Cosworth, Ferrari Renault y Honda.
Sin embargo, hay un factor que podría jugar a favor de la escudería con sede en Milton Keynes. Audi y Porsche anunciaron su interés por entrar a la F1 en 2025. No se mencionó si buscarían crear un equipo propio o colaborar con uno de los equipos ya establecidos. En el segundo caso, Red Bull es una de las opciones más atractivas para un nuevo proveedor de motor en la categoría. Cabe resaltar que Audi y Porsche son propiedad de la automotriz alemana Volkswagen.
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