Uno de los equipos más exitosos del futbol europeo en los últimos años ha sido el Liverpool FC. Si bien la Premier League ha sido dominada por el Manchester City, los Reds también han tenido mucho éxito. Desde la llegada del técnico Jurgën Klopp, han ganado la Liga Inglesa, la Champions League, la FA Cup, el Mundial de Clubes, la Supercopa de Europa y otros trofeos. Esto se ha logrado con fichajes clave, como los de Alisson Becker, Virgil Van Dijk y Mohamed Salah. A pesar de ser fichajes mediáticos, todos tienen algo en común: fueron profundamente analizados.
Liverpool FC comenzó a adoptar una técnica poco aplicada en el futbol europeo hasta el momento, el análisis estadístico. Si bien prácticamente todos los equipos tienen personal específicamente dedicado a analizar el tema cancha, no muchas instituciones se basan en las matemáticas para construir su plantel. La sabermetría es el análisis estadístico y objetivo de béisbol. Este término acuñado a finales de los años 90 y creado por el matemático Bill James, fue aplicado principalmente por los Oakland Athletics y su gerente general Billy Beane. El concepto se popularizó hasta la creación del libro y posteriormente la película llamada “Moneyball”, este acercamiento a la construcción de los equipos le permitió a los Boston Red Sox romper una maldición de más de 80 años sin ganar una Serie Mundial.
En 2010, Fenway Sports Group, dueños de los Red Sox, compraron al club inglés por poco más de 300 millones de dólares. Al adquirir al club, buscaron aplicar la misma filosofía que venían manejando. Fichajes exitosos como el de Luis Suárez fueron el inicio de una gran era. En lugar de confiar en la opinión de los visores, Liverpool FC volteó a ver a sus analistas matemáticos para decidir a qué jugadores debían fichar.
Liverpool FC: un caso de éxito
Si bien es uno de los equipos que más gastó en los últimos años en Inglaterra, el enfoque del Liverpool FC es basarse en la estadística. Los fichajes de Mo Salah, Aliison Becker, Sadio Mané y Virgil Van Dijk forjaron la base del plantel que conquistó la Champions League en 2019 y la Premier League en 2020. Además, han llegado a finales europeas en 3 de los últimos 5 años. Antes de eso, en 2015, Jurgën Klopp llegó a dirigir al Liverpool. Ian Graham, director del departamento de investigación del Liverpool FC, reveló que la contratación del entrenador alemán no tuvo que ver con un ningún visor. Todo estuvo basado en el análisis de Big Data de las estadísticas de Klopp dirigiendo al Borussia Dortmund.
A partir de ese momento se comenzó a construir un proyecto ganador y la política de fichajes cambió radicalmente. Se empezó a fichar menos, pero de manera mucha más centralizada. El objetivo era hacer un análisis de riesgo de los fichajes. Si ese análisis detectaba que el fichaje tenía 90% de probabilidades de ser exitoso, se buscaba concretar, a pesar de tener que desembolsar un gran cantidad de dinero. Andy Robertson fue uno de los fichajes en el valor que aumentó. El lateral escocés llegó a Merseyside con un valor de 8 millones de dólares; sin embargo, en 2019 llegó a valer más de 80 millones de dólares, según Transfermarkt.
La estadística en el deporte
El caso del Liverpool FC no es el único en el futbol o en el deporte. Conforme más equipos deportivos a nivel mundial usan la estadística como una herramienta para toma de decisiones, su práctica se hace prácticamente una norma. El uso de esta ciencia ha evolucionado y se ha involucrado cada vez más. Las ligas profesionales ya cuentan con departamentos especializados en este tipo de análisis. Esto se ha utilizado como una alternativa para competir desde una posición diferente.
Si bien el concepto de “Moneyball” surgió como una estrategia de los Athletics de la MLB para competir con poco presupuesto, no significa que se deba hacer con poco presupuesto. La idea del análisis estadístico es intentar predecir el rendimiento de los jugadores y reducir el riesgo de que no funcionen en el campo. La idea del Liverpool FC no era gastar lo menos posible, sino maximizar el dinero que gastaban en los fichajes. Este concepto se ha mantenido con el club y no parece que vaya a abandonarse pronto.
