En nuestros sueños más guajiros, quizá alguna vez pensamos en ser futbolistas profesionales siguiendo el camino de nuestros grandes ídolos. Jugábamos con la pelota a más no poder con los amigos buscando ser siempre los primeros seleccionados. Pasaron los años y nos dimos cuenta de la cruda realidad que nos separaba de él, donde solo unos cuantos son los elegidos, pero no por ello cedimos a la tentación de rehusar cuanta invitación nos hicieran aunque sea a un torneo amateur o escolar para satisfacer esa inquietud y sobretodo para divertirnos. Hoy que los extranjeros acaparan cada vez más lugares del futbol mexicano, el abanico se ha ido reduciendo más , por ello es importante tomar las medidas necesarias para recuperar esos lugares y  darle cabida a los jóvenes como lo ha ido haciendo Pachuca con un proyecto integral.

Con la adquisición del equipo por parte de Jesús Martinez en 1995, rápidamente se inició la tarea de consolidar el proyecto de fuerzas básicas mediante la creación de nuevas Escuelas de Futbol en el estado de Hidalgo y otros lugares del país que pudieran nutrir de talento al primer plantel.

Uno de sus estandartes en la captación de talento son aquellos jugadores que provienen de los centros de formación ubicados en todo el país que representan el 70% del contingente de fuerzas básicas. Tan solo en el año 2012, ya existían 67 de estos centros, mientras el resto de lugares disponibles proceden del programa de visorías abiertas y de torneos organizados por la CONADE, FMF y otras instituciones.

El área de reclutamiento hace una ardua labor, ya que cada año se encarga de seleccionar de 30 a 40 nuevos tuzos de los más de 450 mil candidatos disponibles para todas las categorías. Los visores  se encargan de hacer una valoración de los candidatos acorde con las necesidades  y filosofía del club, es decir ponen su mirada tanto en la parte deportiva como en su comportamiento.

Para efectuar esta tarea, los 16 visores locales se establecen estratégicamente en alguna de las zonas geográficas marcadas por el club, siendo Culiacán, Querétaro y Cancún las ciudades mejor posicionadas para ellos. Las convocatorias para estas visorias son lanzadas en la página web del club y los participantes deben hacer el pago de un seguro médico.

Entre las novedades de este modelo destaca la incursión desde 2006 de tres categorías más que parten de los 10 años con el fin de tener mayores oportunidades en la generación de talento en comparación con los jugadores de la Liga Premier de Segunda División que comienza su trabajo entre los 13 y 15 años de edad.  A partir de ese momento, hasta noviembre de 2015, se han incorporado 250 jugadores a las distintas divisiones de la institución.

Los niños y jóvenes reclutados son llevados al Centro de Alto Rendimiento Tuzo donde reciben una formación integral como personas con valores mediante un paquete holístico conformado por: educación, alimentación, residencia, entrenamiento técnico-táctico, desarrollo espiritual, humano y físico. En caso de que el joven, muestre potencial para debutar se le elabora un plan de entrenamiento personalizado. Esta metodología ha permitido fomentar la importancia del trabajo en equipo, potenciar sus cualidades  y ayudarlos a corregir sus defectos futbolísticos.

Una vez que los jóvenes cumplen los estándares de calidad necesarios son puestos a disposición del primer equipo y al menos 69 de ellos han tenido la oportunidad de debutar a lo largo de los 20 años que cumple la institución. La llegada del holandés Hans Westerhof en 2011 contribuyó en el establecimiento de un estilo de juego y en la puesta en marcha de nuevas técnicas de análisis de rendimiento.

La estructura de fuerzas básicas esta compuesta por 288 escuelas filiales, 200 escuelas de integración social y 100 mil niños. Tienen escuelas en el ámbito internacional en Estados Unidos, Perú, Puerto Rico, Ecuador y Guatemala. 

Definitivamente Pachuca se ha colocado como una de las canteras más importantes del futbol mexicano, ¿será la número uno?